Durante años, las personas tuvieron que pagar sus facturas manualmente, cada mes. Había que escribir un cheque, encontrar un sobre, añadir el franqueo, escribir la dirección y enviarlo por correo. Cada vez, para cada factura. Era un proceso que consumía tiempo y resultaba incómodo, permitiendo errores humanos en cada paso.
El débito directo, desarrollado por primera vez en la década de 1960, revolucionó los medios de pago al permitir pagar automáticamente las facturas en su fecha de vencimiento.
Descubre cómo funcionan los pagos por débito directo y cuál es la mejor manera de configurarlos para tu negocio.
¿Qué es el débito directo?
El débito directo es un método automatizado para recibir pagos de tus clientes. Con el débito directo, tu negocio retira (o "debita") fondos directamente de la cuenta bancaria del cliente. Con otros tipos de pagos recurrentes, el cobro puede programarse manualmente en la tarjeta del comprador cuando se debe un pago, o ser iniciado por el propio cliente.
Las empresas suelen aceptar el débito directo cuando los clientes necesitan realizar pagos regulares a intervalos establecidos, incluso si el importe varía de un pago a otro.
Las transferencias por débito directo son generalmente una buena opción para negocios que trabajan con estos tipos comunes de pagos recurrentes:
- Suscripciones
- Membresías
- Pagos a plazos
- Facturas de proveedores
Los clientes que desean configurar pagos por débito directo deben completar un formulario de autorización que permite el débito automático desde su cuenta bancaria, en lugar de tener que pagar manualmente por cada periodo de facturación. El formulario incluye la información de la cuenta bancaria del cliente, detalles sobre el pago recurrente, como la fecha y el importe, y el consentimiento para que se debiten los fondos.
En España, los pagos por débito directo se procesan a través del sistema SEPA (Zona Única de Pagos en Euros), que permite realizar cobros bancarios automatizados entre cuentas de clientes en la Unión Europea, con seguridad y eficiencia.
Débito directo vs. orden permanente vs. pago recurrente
“Pago recurrente” es un término general que abarca el débito directo, los pagos con tarjeta de crédito y las órdenes permanentes. Generalmente, un negocio tiene control sobre el momento y el importe de un pago por débito directo, mientras que el cliente elige el importe y la frecuencia de una orden permanente. Aquí tienes un resumen rápido de cómo difieren estos métodos de pago:
Pago recurrente
En todos los pagos recurrentes, un cliente (el pagador) otorga a un negocio (el beneficiario) permiso para retirar dinero de su cuenta bancaria regularmente o cargar su tarjeta de crédito cuando vence un pago.
Orden permanente
Cuando un cliente establece una orden permanente, instruye a su banco para que envíe dinero a un negocio de forma regular. Este importe suele ser fijo, y el cliente puede modificar o cancelar el pago sin notificar al negocio. La transacción la gestiona el banco del cliente.
Débito directo
Con el débito directo, un negocio cobra regularmente desde la cuenta bancaria del cliente tras obtener su autorización por escrito. El negocio puede decidir cuánto y con qué frecuencia cobrar sin necesidad de nuevos permisos (aunque el cliente puede cancelar los pagos futuros). Las empresas suelen contratar a un procesador de pagos para facilitar la transacción.
Beneficios de usar el débito directo
Cobrar pagos por débito directo puede ser ventajoso para ambas partes de la transacción. Aquí hay algunas razones por las que es un método de pago preferido:
Comodidad
Una vez autorizado, el pago por débito directo es automático, lo que permite a tu empresa centrarse en otras áreas del negocio en lugar de perseguir pagos atrasados. Los clientes también se benefician, ya que no necesitan recordar pagar sus facturas ni volver a introducir los datos de pago cada mes.
Ahorro de costes
Las tarifas y costes administrativos asociados con los pagos por débito directo son mucho más bajos que los de otros métodos, como los pagos con tarjeta de crédito. Una transacción por domiciliación suele costar menos de 0,20 €, mientras que una comisión por tarjeta puede llegar hasta el 3 % del valor de la operación. Incluso puedes trasladar ese ahorro a tus clientes ofreciendo incentivos por pagar mediante débito directo.
Fiabilidad
Cobrar mediante débito directo el mismo día y por el mismo importe cada mes proporciona a los negocios por suscripción una fuente predecible de ingresos recurrentes. Esta característica hace que el débito directo sea ideal para gestionar tu flujo de caja.
Reducción de errores
Cuando un cliente configura el débito directo, puedes preautorizar los datos del pago y verificar al cliente. La preautorización minimiza el riesgo de pagos atrasados o fallidos, que pueden afectar negativamente a tus ingresos. Además, el débito directo simplifica el proceso contable y elimina errores humanos, ya que cada transacción está automatizada y correctamente documentada.
Seguridad
En España, los pagos por débito directo se procesan a través del sistema SEPA, que cifra todas las operaciones y ofrece una capa de protección adicional para ambas partes de la transacción. Además, los clientes pueden solicitar la devolución de un cargo no autorizado conforme a la normativa europea.
Disponibilidad
El sistema SEPA permite realizar pagos por débito directo en todos los países del Espacio Económico Europeo. Cualquier cliente con una cuenta bancaria en euros puede utilizar este método sin necesidad de registrarse en un servicio adicional.
Rapidez
Los pagos por débito directo en la zona SEPA suelen liquidarse en un plazo de dos o tres días hábiles, siempre que el cliente disponga de fondos suficientes en su cuenta.
Cómo configurar el débito directo para tus clientes
- Elige un banco y un proveedor de servicios de pago
- Contacta con tus clientes
- Comienza a aceptar pagos por débito directo
Estos son los pasos que debes seguir al agregar el débito directo para los clientes:
1. Elige un banco y un proveedor de servicios de pago
Contacta con tu institución financiera y confirma que tienes una cuenta de comerciante, un tipo de cuenta de empresa que te permite aceptar y procesar pagos electrónicos.
Luego puedes elegir un proveedor de servicios de pago, como Shopify Payments, Stripe o PayPal, que gestione la funcionalidad de la cuenta de comerciante en tu nombre. Estos proveedores ayudan a autorizar los datos bancarios del cliente y a facilitar cada transferencia de fondos.
2. Contacta con tus clientes
Contacta con tus clientes actuales para informarles de que aceptas pagos por débito directo. Adjunta un mandato de débito directo, también conocido como instrucción de domiciliación bancaria, al mensaje. Este formulario permite a tu negocio cobrar automáticamente dinero de la cuenta bancaria de un cliente de forma regular. Incluye la siguiente información para anticiparte a cualquier duda:
- Instrucciones de registro para el débito directo.
- Fecha límite para la presentación del formulario.
- Fecha de inicio de los pagos por débito directo.
- Canales para preguntas o comentarios de los clientes.
- Métodos de notificación de los próximos pagos.
- Metodología de cálculo de los pagos.
- Procedimiento para la cancelación del débito directo.
Tu plataforma de pagos puede contar con un formulario de débito SEPA para proporcionar a los clientes, o bien puedes crear uno. Asegúrate de incluir espacio para el nombre del cliente, el nombre del banco, el número de cuenta bancaria, el IBAN y la firma.
3. Comienza a aceptar pagos por débito directo
Puedes configurar pagos recurrentes por débito directo tan pronto como recibas un formulario de autorización SEPA de un cliente. Aunque deberás proporcionar un aviso previo antes del primer pago.
Incluye información e instrucciones sobre cómo usar el débito directo en tu sitio web, facturas y cualquier otro material dirigido a los clientes. Facilita el uso de esta funcionalidad añadiendo una casilla de verificación para autorizar el débito directo en el proceso de pago o un botón de "Pagar ahora" en tus facturas.
Preguntas frecuentes sobre el débito directo
¿Cuánto tiempo tardan en procesarse los débitos directos?
Los débitos directos a través de la domiciliación SEPA generalmente tardan entre dos y tres días hábiles en procesarse desde la fecha acordada para el cobro.
¿Qué significa débito directo?
El débito directo es una opción de pago que permite a las empresas retirar directamente (o “debitar”) dinero de la cuenta bancaria de un cliente a intervalos regulares.
¿Cuál sería un ejemplo de débito directo?
Las empresas utilizan el débito directo cuando los clientes desean realizar pagos automáticos recurrentes. Por ejemplo, si tienes un servicio de suscripción donde los clientes pagan una cuota mensual para recibir suministros de limpieza, pueden configurar pagos por débito directo.
¿Cuál es la diferencia entre el débito directo y el sistema SEPA?
SEPA (Zona Única de Pagos en Euros) es un sistema europeo para procesar transferencias bancarias. Dentro de SEPA existen distintos tipos de pagos, como las transferencias ordinarias y los débitos directos. El débito directo SEPA permite a una empresa retirar fondos de la cuenta bancaria de un cliente de forma periódica, tras una única autorización por parte del pagador.